Voy caminando y entre las sombras veo tu resplandor, veo tu ser. Mi corazón se emociona e intento apaciguarlo, a veces creo que podría actuar por su cuenta. Al acercarme a ti no puedo dejar de mirarte de reojo y ver como yo soy para ti solo un adorno más del paisaje, luego me acerco y me dirijo a saludarte lo más normal posible mientras mi corazón me reprime de lo imbécil que soy. Tú me saludas como si nada y tu sonrisa resplandeciente a mi corazón deja encantado.
Por dentro me muero, pero no lo demuestro, te trato como a cualquier persona y trato de no mostrarme diferente en algunas ocasiones. Me fijo en ti y en nadie más, veo tu figura entre la multitud y no puedo dejar de mantener la mirada en ti, despertando de mi sueño cada vez que alguien se pueda dar cuanta de ello. Llego a mi casa y no dejo de pensar en ti. No puedo de dejar de pensar en tu cuerpo, en tu sonrisa, tus ojos, tu hermosa cara, tu dulce voz. A veces llego a pensar que te amo.
Veo como te juntas con otra gente, abrazas a otras personas y te encariñas con otros tipos, hay momento en lo que creo sentir celos pero inmediatamente pienso en lo que yo hago para remediar eso. Nada. Sí, nada, si yo hiciera algo tal vez estaría más tranquilo, pensaría más en ti pero tendría más razón de sentir celos e intentar protegerte de gente que yo sé que no quisieran lo mismo que tú tal vez quisieras con ellos.
Veo a tus amigos y pienso en lo feliz que sería con ser uno de ello, entonces pienso en todas las ocasiones que me abrazaste, que te sentaste al lado mío y yo pude empezar una relación de amistad, me doy cuenta de todos esos momentos que desperdicie y por ello me voy odiando aun más.
Te amo, pero me da miedo amarte, temo hacer algo mal y que pueda dañarte a ti y que pueda dañarme a mí. Soy tímido, me gustaría pararme en frente de tu persona y decirte todo lo que mi corazón ha guardado sobre ti. No importa si no aceptas, el hecho de sacar ese peso de encima aliviaría mi corazón. La respuesta que me des no tiene que ser inmediata pero de todos modos la estaré esperando con anhelo.
Espero que leas esto y cuando me veas sea diferente, me veas con otros ojos, me tomes más en cuenta y sepas que existo. Sé que también depende de mí, es demasiado egoísta de mi parte pedirte todas esas cosas, pero en realidad solo necesitaba decirlas, escribirlas, para poder liberar un poco este peso de mí.
Gracias por existir.
Te amo.

Escrito por Fean on 17 octubre 2006 a las 6:33 p. m. | Link Directo